Tomar 8 patitas de pollo, media cebolla, media taza de jugo de limón, dos cucharadas de perejil picado y una cucharada de miel.
Lavar bien las patitas.
Poner aceite en una sartén y dorar bien las patitas.
Licuar la cebolla con el jugo de limón y verter la mezcla sobre las patitas bien doradas en el sartén.
Eso se deja hervir durante 7 u 8 minutos, agregando una cucharada de miel y el perejil.
Sacar las patitas del fuego y acomodarlas en una asadera para terminar la cocción en un horno, durante unos 15 minutos.
Se aconseja acompañaer en este caso con papas al horno o con un puré.
Fuente: El Observador, Chef Leonardo Pardo
Patitas de pollo glaseadas